La gestión de personas dentro de la estrategia de recursos humanos: 4 claves para mejorar

La gestión de personas forma parte de la estrategia de recursos humanos porque es una nueva manera de ver lo que antes llamábamos recursos humanos. Pese a que todavía se sigue utilizando esa expresión, es una forma de ver a las personas que se va a ir quedando cada vez más desfasada.

Qué es la gestión de personas y en qué se diferencia de los recursos humanos

La gestión de personas se diferencia de los recursos humanos en su forma de entender a las personas que trabajan en la empresa. Este nuevo concepto entiende a las personas como eso mismo, como personas y no como máquinas con un fin concreto. Un recurso es algo que cogemos y utilizamos, una persona no. Un recurso sería una cinta transportadora, por ejemplo, pero la persona encargada de que funcione correctamente no lo es y no debemos tratarla como si lo fuera.

Esto está cambiando radicalmente y debemos adaptarnos al cambio igual que lo haríamos a una nueva situación de mercado: con rapidez y flexibilidad.

La gestión de personas defiende a los líderes que ayudan a su equipo para que crezca, a esos líderes que hacen que sus empresas asciendan a lo más alto porque consiguen motivar a su equipo de forma que sacan todo su potencial y son lo más productivos posible.

La gestión de personas va acompañada de un liderazgo que promueve el crecimiento profesional y personal de los trabajadores, lo que hace que estén más motivados, sean más productivos y que se cree un buen clima laboral. ¿Y esto por qué ocurre? Porque es su líder quien les ayuda a seguir y mejorar, quien les da esa libertad para innovar y tomar decisiones, quien hace que las personas sientan que son una parte realmente importante de la empresa.

¿Por qué dejar atrás los recursos humanos y pasar a la gestión de personas?

Un líder que apueste por una buena gestión de personas será un líder que logrará que su empresa sobreviva al paso del tiempo y que aguante todas las situaciones futuras que puedan venir por un motivo muy sencillo: el líder que cuida a su equipo sabe que ese equipo siempre estará ahí para sacar la empresa adelante.

Por lo tanto, allí donde haya una buena gestión de personas, habrá una empresa fuerte y resistente, capaz de superar cualquier problema. Esto suena muy bonito, pero si no nos proponemos verdaderamente cuidar a nuestro equipo, nunca llegaremos a conseguirlo.

4 claves para empezar o mejorar en la gestión de personas

Confiar en nuestro equipo

Confiar de verdad en nuestro equipo requiere tiempo, no es algo que pase de la noche a la mañana. Es un proceso que lleva su tiempo, donde debemos aprender a confiar en las personas y a saber si ellas también están preparadas para confiar en nosotros. Es algo mutuo.

Como en todo, hay muchas formas de hacer las cosas. Una forma de empezar a confiar en nuestro equipo es ir delegando tareas para ver cómo van las cosas. De esa manera, podremos no solo conocerlos un poco mejor sino ver quiénes están preparados para tener una mayor autonomía en su trabajo y quiénes no.

Aprender a delegar

Recuperando la idea de delegar tareas, es importante aprender a hacerlo. No es algo sencillo si estamos acostumbrados a controlarlo todo o a tener varias funciones a la vez. En ese caso, nos habremos acostumbrado a hacer las cosas de una manera determinada y delegar en otra persona y no estar encima de ella para controlar o supervisar cómo lo hace puede ser complicado.

Sin embargo, debemos saber que, si le hemos encargado una tarea a una persona, es esa persona la que debe preocuparse de llevarla a cabo. Por supuesto, si nos pide ayuda o consejo, se lo daremos; si no, es ella o él quien debe encargarse de que salga bien. Nosotros solo veremos el resultado.

Por ejemplo, si tenemos un taller mecánico y le encargamos a una persona que lleve el control y mantenimiento de las herramientas, en caso de que haga falta comprar un destornillador, nosotros hemos delegado en una persona esa tarea y no tenemos porqué controlar nada. Sencillamente, esa persona comprará el material necesario, sacará la factura y se la dará a quien corresponda.

Como decíamos en el apartado anterior, es cuestión de empezar a confiar en nuestro equipo. No es sencillo, pero sí necesario si queremos crear un equipo motivado en su trabajo y comprometido con la empresa.

Fomentar una buena comunicación interna

Parte de esa confianza se gana siendo claros y transparentes. Cuanta más transparencia, más confianza. Si sentimos que alguien nos oculta algo o no nos termina de contar toda la historia, nos genera rechazo y desconfianza porque parece que lo haga en beneficio propio y no por el bien común.

Por lo tanto, una forma de fortalecer esa confianza gerencia-equipo es fomentar una comunicación interna global y transparente, donde toda la información se comparta de manera sencilla y a la que podamos acceder fácilmente.

Una forma de hacerlo sería con emails colectivos sobre temas importantes, como, por ejemplo, los resultados del trimestre. Incluso podríamos tener reuniones cada cierto tiempo donde se explique cómo va la empresa, se comenten aspectos económicos, situaciones complicadas que se han ido dando y cómo se han resuelto, cómo dar un buen feedback a los compañeros, etcétera.

El propósito de esta comunicación es que cualquiera pueda preguntar las dudas que tenga y que nuestro equipo conozca la globalidad de la empresa para poder desarrollar mucho mejor su trabajo diario.

La autogestión del equipo

La autogestión en el trabajo es la forma en la que nuestra empresa será más eficaz y resolutiva. Nos permite una mayor rapidez a la hora de resolver problemas y de adaptarse a los cambios, mayor productividad y una coordinación mejor entre departamentos.

Cada persona tiene unas responsabilidades y una capacidad de toma de decisiones sobre ellas, por lo que no tiene que esperar a hablar con su supervisor o supervisores para que le den el visto bueno y actuar. Será esa persona la que actúe en el momento, por lo que esa rapidez nos permitirá ser más dinámicos a la hora de resolver problemas.

Además, gracias a la autogestión, las personas son capaces de desarrollar todo su potencial y de dar lo mejor de sí mismas, lo que nos beneficiará en calidad y efectividad.

Como hemos visto, las ventajas de cambiar el concepto de recursos humanos por el de gestión de personas son varias, tanto para la empresa y el equipo como para el líder. No debemos dejarnos cegar por la forma tradicional de trabajo, el mundo evoluciona al igual que las organizaciones y debemos adaptarnos a estos cambios o no conseguiremos que nuestra empresa tenga éxito. Ese cambio pasa por la gestión de personas, dejando atrás la creencia de que son un recurso más. Son las personas las que hacen grande la organización con su trabajo; si nos preocupamos por ellas, lo harán mucho mejor y gracias al sentimiento de pertenencia a la empresa que se crea, podremos seguir contando con ellas mucho tiempo.

La gestión de personas dentro de la estrategia de recursos humanos: 4 claves para mejorar

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